Gustavo Sala - La Pelusa en el Ombligo

La Pelusa en el Ombligo

…En memoria de Osvaldo y Leónidas Lamborghini…

Huesos sin identificación aparente formaban colinas de residuos malolientes, por tanto, la vista resultaba tan poco atractiva como laboriosamente olvidable. Miles de centauros habían sido eficazmente asesinados sin que medien juicios ni alegatos; el orden, las cantidades y las mezclas de sus cuotas daban cuenta de la eficiencia del trabajo realizado por las fuerzas represivas defensoras del nuevo orden. Una vez más, en la historia de la humanidad, un genocidio para atender, entender, criticar y lamentarse en el futuro. Por el momento, el vocerío mediático asentía que el derrocado gobierno debía dimitir a como de lugar. Las recetas democráticas habían demostrado ser absolutamente inoperantes para tales fines contra una mayoría que ostentaba amplios rangos de firmeza ideológica y convicción político-militante. Desde los más destacados foros televisivos y radiales la vernácula “intelligentsia” daba a conocer su descontento, según propia percepción, por los claros signos de autoritarismo que mostraba la saliente administración elegida por el pueblo. Se afirmaba que todo aquel que acordaba con sus principios básicos lo hacía desde la renta o escondía amplios indicios de interés y corrupción. Los preclaros y prejuiciosos hombres del futuro, liberales y progresistas, no podían aceptar el regreso de la barbarie populista. La “intelligentsia” estaba nuevamente en riesgo por una chusma imprecisa, vocinglera, que amaba encontrar alguna redención, que gustaba de bailar y festejar en público, en las calles con las murgas, en los barrios, en las playas, escuchando un recital a cielo abierto o canturreando el himno con la pasión irreverente que marca un coro tribunero. La vida es el futuro, nunca es el hoy afirmaban los pensantes. El hoy es sólo una coyuntura que debemos aceptar entendiendo que lo único que nos queda por hacer es trabajar sumisamente para que el “Capital” se reproduzca exponencialmente y sus benefactores se fortalezcan de modo puedan otorgar a nuestros hijos alguna posibilidad o alternativa de vida. No era racional que ante la incertidumbre por venir y la ausencia de seguridad jurídica la plebe disfrutase con sospechosa desmesura, sin peajes, sin vergüenza, con los botones de la camisa desabrochados, volviendo a remojar las patas en la fuente, sintiéndose nuevamente parte de un colectivo real, de un nuevo social imaginario. Acaso la progresía y los libres pensadores no consideraban que el paso del tiempo, es decir el futuro, nos acercaba indefectiblemente a ese cadáver que alguna vez seremos. Desdentados y harapientos susurrando al “Indio” en Vencedores Vencidos, revoleando el poncho con la Sole, llorando a moco tendido mientras se entonaban las estrofas dolorosas de El Ángel de la Bicicleta.

No era posible… “Me tienen harto con la dictadura” afirmaba alguien que durante un buen tiempo estuvo dentro de un nicho tan conveniente como incómodo; hasta que por fin pudo salir del closet, gritar libertad, y defender lo que siempre fue de su interés. No se puede mentir a tanta gente durante tanto tiempo pensó; es hora de descollar y tomar la posta que me dejara el bueno de Bernardo. El gasto es un deseo indecoroso de los bárbaros en manos de los bárbaros y síntesis de progreso en manos de la ilustrada burguesía. El gasto es gasto en manos de la barbarie suburbana que se atreve a considerarse similar a la tierra que habita dejando sin billetes a nuestros cajeros y necesidades cotidianas. Sin embargo es consumo inteligente en manos de los que no se juegan la asignación a la quiniela, sino que se juegan el sudor y el hambre de los que no pueden esconder la pelusa en el ombligo a las patas de un caballo en las coquetas pistas de San Isidro… Me tienen harto con sus pañuelos blancos, sus ausencias, sus portarretratos baratos y sus lágrimas políticas… ¿Por qué no cuidaron a sus hijos, a sus nietos?... Los hijos de Ernestina son nobles y débiles, por eso desean perjudicarlos… Papel Prensa es mojón de nuestra mejor historia sentenciaba la “Naranja Mesiánica” publicitaria oficial del Apocalipsis… Hay que matar a esa yegua rezan los blogs… reteneme ésta… Se murió el tipo, es hora de ir por todo… Un certero y televisivo bofetazo seguido de una mentira operada vale como argumento para erosionar, desgastar, ocultar, engañar. El 24 de Diciembre la chusma inmigrante tomará el Parque Rosedal del porteño barrio de Palermo afirmaba convencido y con adusta dicción un económico correveidile, parlante muy bien patrocinado de una radio del Sur Bonaerense basado en sus pesquisas electrónicas de cabecera. - ¿Qué riesgo corre el pajero? – Afirmaba con sorna el escritor Oriental Eduardo Galeano – A lo sumo, recalcarse la muñeca… La pelusa en el ombligo no es signo ilustre para el burgués bien pensante. La Academia de Letras tendría que revisar ese perimido concepto que sostiene la existencia de lo Nacional y Popular. - Me tiene harto esta banda de ignorantes que se niegan a trabajar a favor de la intolerancia y el fastidio colectivo: Victor Hugo Morales, Galasso, Horacio González, Bayer, Mocca, Sasturain, Aliverti, Giardinelli, Paenza, Forster, Verbisky, Seoane, Dolina, Pigna, Carloto, Wainfeld, Gelman, Dorio, Feinmann, Halperín, Anguita, Heller… Parece que estos tipos no entienden que el miedo es una excelente noticia y que generalizar comportamientos absuelve de todo pecado cometido - La solución final… el exterminio… No era posible reiterar errores del pasado. Bradbury por un lado, Gurzos y Zarpos por el otro, como fuente de inspiración para que todo testimonio de la época se transforme en cenizas; los renovados y débiles oligopolios junto a sus dispuestos esbirros se encargarán gustosos de templar el horno hasta los F451 de eficacia. Mientras los mogotes de huesos postergaban su duermevela en las afueras de los centros urbanos, la rejuvenecida sensibilidad de la progresía, tanto liberal como de izquierda, reinstalaban con alborozo la idea de libertad como insoslayable paradigma de la modernidad. Una idea concluyente. A los conocidos incluidos y excluidos económicos se sumaban los visibles e invisibles sociales como nuevas categorías establecidas por la “intelligentsia” gobernante. Los que tienen siempre la palabra, pletóricos de albaceas y los que nunca podrán expresarse debido a que la voz volvió a detentar matrícula y propiedad determinada. La ley de Servicios Audiovisuales resultará una anécdota risueña en las mesas de la Sociedad Rural mientras que la Asignación Universal por Hijo dejará de motorizar vicios indecentes.

- Esos hijos de puta se iban a terminar chupando y jugando la guita de las retenciones. Hay que eliminar el subsidio y anular trompas…, total,… no se publican estadísticas que tomen en cuenta a los que están sometidos al abandono y al silencio. - Mientras no exista normativa podemos seguir esclavizando golondrinas - Continuar con aquel modelo hubiera resultado suicida - No podíamos seguir desperdiciando una coyuntura internacional tan favorable – El mundo “tiene hambre”... es la nuestra…

y murieron a millares,

los mejores murieron,

por una vieja ramera desdentada

por una civilización llena de remiendos…

el encanto de la bella boca sonriente,

los vivaces ojos, yertos bajo el párpado de la tierra

por dos gruesas de estatuas destrozadas

por unos pocos de miles de estropeados libros...

Ezra Loomis Pound

 
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