Carta de un homosexual (España, 3 de julio de 2010)

Hoy, 3 de julio, se celebra el día del Orgullo Gay. Sin embargo, muchos pensamos que, más allá de una fiesta de lentejuelas, plataformas y carrozas, el ser gay implica otras muchas cuestiones que quedan lejos de un mero cliché. Muchos heterosexuales no conocen de cerca a ningún homosexual y cuando se les muestra un espectáculo como este, repleto de meras etiquetas, puede resultar hasta lógico que se tienda a generalizar, juzgar o criticar sin más.
A mí personalmente, me da vergüenza ver en la televisión como, por poner un ejemplo, cierto presentador gay reconocido a veces hace apología de su homosexualidad con comentarios como 'Si no eres promiscuo, eres hetero', que aunque se supone que son cosas que se dicen en broma, da una muy mala imagen de la homosexualidad; O como series premiadas como 'Sexo en Nueva York' (Sex & the city), tratan el tema de los gays de una forma muy banal y superflua. No queda atrás el ejemplo de convertir el tema en un espectáculo de luces y de performance en el que, se dice, sirve para reivindicar la homosexualidad. Por contra, hoy prefiero publicar aquí una forma que considero mucho más acertada para reivindicar y conocer un poco más de cerca el auténtico orgullo gay. Se trata de la carta de un amigo. Espero que os guste.

Me conozco. Me quiero. Me quieren:

Siento el beneplácito de poder afirmarle al mundo que soy homosexual… ¿Pero qué implica este término? ¿Qué connotaciones tiene? ¿Qué piensa una persona o, mejor dicho, que siente cuando empieza a descubrir que no es ‘como los demás’?

Personalmente he tenido novias en la adolescencia, convencido de que era eso lo que me iba y sin plantearme nada más allá. Sin embargo, cuando cumplí los 18, empecé a entrar en chats de gays con una amiga para hacer un poco el tonto y ‘coquetear’ con personas de mi mismo sexo. Era un juego; Una tontería… ¿Qué podía pasar? A lo peor quedaría con uno de ellos para tomar un café y tener algún amigo ‘marica’.

Eso fue lo que pasó. Eso y mucho más… Me creé una cuenta de Messenger sólo para mis ‘contactos de chat’ y, con el pasar de los meses, di el paso de quedar con uno de tantos vaciles… ¿Por qué no? Me preguntaba entonces.

Recuerdo que era un tipo mayor que yo, de veintitantos años; Y que estudiaba económicas en la Complutense. Vino a recogerme en coche, pero le cité en una calle anónima para que ninguno de los dos supiera donde vivía el otro. Sabía que aquello que era una especie de cita, ya no era un juego. Sin embargo, de momento, seguía sin pensarlo demasiado.

Dimos un paseo y compramos unas hamburguesas para comerlas por el camino. Después mi amigo nos condujo en su coche hasta el parking del anatómico forense que queda detrás de su edificio en la Complutense. Se detuvo. No había nadie alrededor y yo sabía que algo iba a suceder… ¿Pero por qué? ¿Quería yo esto? Pues aunque increíble, me vi en esa situación sin pensarlo demasiado y esas preguntas que me hago ahora, entonces corrían menos que las respuestas. Allí estábamos los dos tras haber cenado nuestra comida grasienta sin saber muy bien qué hacer.

El muchacho me dijo, así, de repente, que debía de lanzarme yo porque él era muy tímido. Me reí… ¿Lanzarme de qué? ¡Si soy hétero! Pero los dos sabíamos lo que éramos, sin querer reconocerlo.

Me empezó a acariciar el muslo y mi corazón parecía que iba a salírseme del pecho a cada latido. Estaba muy nervioso y me temblaba hasta el pelo. Sentí miedo; Miedo de verdad… Emanaba desde el corazón y cruzaba por cada una de mis extremidades.


Nos besamos y, sólo unos minutos después, nos fuimos a su apartamento para terminar una faena que nunca supe bien cómo empezó ni por qué yo me dejaba llevar por todo aquel teatro.

Cuando llegué a casa me sentía sucio… ¿Yo maricón? ¡Ni hablar! Vengo de una familia tradicional y me han enseñado ciertos valores que distan mucho de toda esa parafernalia homosexual que nos enseñaban, entonces, los medios de comunicación o algún que otro compañero del colegio muy mariquita. Me lo negué hasta la saciedad y hasta pensé en el suicidio. Yo no podía ser algo así. Me daba asco serlo y, por supuesto, mucho menos me planteaba entonces nada más allá que eso.

¿Dónde habían quedado las chicas del colegio que me gustaron? Pues quedaron en el colegio, ¿Dónde mi orgullo de macho que se ríe de los maricas? En ningún sitio… Ese macho andaba tan perdido que no sabía ni lo que quería para sí mismo; O mucho peor. En el fondo, siempre lo había sabido.

Unos meses después empecé a salir por el ambiente madrileño (Chueca y todo eso)… Pero allí vi a muchos chicos como yo que se liaban los unos con los otros o que incluso presumían de lo mariquitas que eran. No me sentía identificado para nada con todo ese rollo. Pero una noche conocí a un chico, también mayor que yo (10 años, concretamente) que era muy ‘como yo’; Un chico corriente y que encima se sentía atraído por mí.

Me gustó mucho. Demasiado.

Entonces, allá por la primavera de 2005, me escapaba de casa, donde seguía siendo el chico hétero y ‘normal’, para caer en los brazos de mi primer amor y refugiarme entre ellos de un mundo muy complicado donde si estabas dentro de chueca sólo eras un maricón más, y si estabas fuera, todo el mundo te miraba mal.

He tenido muchas relaciones fallidas, malas, tristes, desoladoras, cómicas y, por encima de todo, muy humanas. Este primer amor se trasladó a otra ciudad porque en Madrid las cosas no le iban demasiado bien y entonces emprendí mi camino sin refugios a los que acudir. Cuando se lo conté a mis padres, unos años después, mi padre se puso a llorar. Estaba desolado. Me dijo que no estaba preparado para algo como eso en uno de sus hijos y, en resumen… Me mandaron a un psicólogo…. ¿Y yo? Volvía a sentirme un puto monstruo atrapado en un mundo de valores tradicionales y de gente perfecta.

Sea como fuere, la psicóloga me supo comprender y no tuve que ir más de una vez a sus sesiones. Marga, que así se llamaba ella, le escribió una carta a mis padres para decirles que, pese a todo, soy una persona normal y que, si pecaba de algo, era de ser demasiado bueno para un mundo donde existen demasiadas cosas malas.

Desde entonces el tema en casa fue tabú.

Tuve otros novios como he comentado y a mis padres les hacía poca gracia. Eso fue así durante unos años más, porque al fin y al cabo a todos nos costó asimilar lo que yo era (A mí el primero).

Hoy, 3 de Julio de 2010 (Día del orgullo gay), han pasado 6 años desde aquel primer paso. Tengo novio desde hace 2 y es la persona por la que daría mi vida entera. Estoy felizmente enamorado y ayer, que me gradué, mis padres nos invitaron a cenar a los dos (Y aunque el tema no se habla con total normalidad, puedo decir que todas las personas a las que siempre he querido, han terminado aceptándome como soy y lo que quiero para mí y para mi vida).

Como veis muy en resumen, No ha sido un camino fácil y, para las personas que todavía se estén conociendo a sí mismas o no se planteen las cosas tal y como muchas veces son, animarles y apoyarles. Deben saber que no es sencillo. De hecho, es demasiado complicado; Pero cuando te conoces y te das a conocer entre tus seres queridos, la recompensa puede ser maravillosa. Y los que te rechacen es porque no te merecen a su lado.

Hoy sí puedo decir que soy feliz. Muy feliz.
Os lo prometo.

Gentileza: Un Universitario Cualquiera

SEVILLA ESCRIBE. Colectivo Literario...


Presentación

Le ha pasado a muchas personas: cierto día, quizá tras una lectura especialmente satisfactoria, tras el visionado de una de esas películas que nos dejan con ganas de más, o simplemente por el puro e íntimo deseo de sacar una de esas historias que llevamos dentro, nos sentimos con las ganas y la voluntad necesaria como para combatir con el folio en blanco. Es algo connatural a nosotros el que, unas veces por evadirnos de nuestra realidad y otras por comprenderla mejor, nos lancemos de cabeza a ese mar de palabras que es la escritura. Después llega el deseo de compartir el fruto de nuestra mente, de poder ver a través de los ojos de otro esa parte de nosotros que sin duda impregna todo lo que creamos. Precisamente con la intención de brindar un espacio para ese intercambio de ideas, experiencias y emociones que es la creación literaria, nace este blog. En él podrás encontrar relatos, reseñas, poesías, y todo aquello que de una manera u otra pueda estar relacionado con el arte de narrar; todo eso corre a cargo nuestro. A ti sólo te pedimos una parte de tu tiempo, uno de tus ratos de lectura, un hueco en tu memoria que seguro no darás por perdido. Siéntete libre de viajar por éste nuestro rincón literario y, si te place, dejar las huellas de tu paso en forma de opinión o comentario.

Pero, como si de la punta de un iceberg se tratase, este blog es sólo la parte visible, la cara pública de mucho más que se esconde detrás. Tras los textos que aquí se muestran se oculta un grupo abierto de personas que han decidido compartir su gusto por las letras y su ilusión por encontrar alguien al otro lado de este canal de comunicación que es la escritura. Sevilla Escribe es una tertulia, un taller, un archivo de información y ayuda, y en general un apoyo para todo aquel que pueda compartir nuestra misma inquietud. Las puertas están abiertas, y dentro hay sitio para tus opiniones, tus aportaciones, o tu implicación directa, tanto a través de nuestro foro o personalmente si tu disponibilidad y tu proximidad geográfica así lo permiten.

Eso es todo, el mensaje está en la botella y ésta lanzada a su suerte, ya sólo queda esperar que las volubles corrientes de este proceloso mar que es Internet la acerquen a tus costas.

Sevilla Escribe
http://sevillaescribe.blogspot.com/

El escritor


Cada media noche me levanto a escribir.

Sigo un ritual.

Voy a la nevera, me sirvo un vaso de leche y unas galletas.

Abro la ventana del salón, me siento, y dejo las zapatillas exactamente debajo de mis pies, entre el talón y el dedo gordo.

Algunos dirán que este es un comportamiento obsesivo compulsivo, y puede que lo sea, pero si no sigo estas acciones soy incapaz de escribir nada.
Enciendo la pantalla.

Creo un nuevo fichero, y miro la página en blanco.

Me concentro.

Generalmente las historias me surgen como tráileres de un dvd: Una chica en apuros colgada de un barranco con una maleta de dinero esposada a su muñeca, un espía infiltrado en la antigua KGB a punto de descubrir un oscuro secreto que cambiara el destino de la humanidad, la titánica lucha entre el bien y el mal y su fatal desenlace... cientos y cientos de argumentos, multitud de diálogos con los que cubrir miles de párrafos vacíos.

Imagino relatos magníficos que harían llorar al más duro de los reclusos. Aventuras con las que se comerían las uñas las abuelas de mi barrio. Amores vampíricos adolescentes que harían suspirar al más escéptico de los desenamorados.

Todas y cada una de ellas cobran vida en la pantalla.

Luego, tras un rato, me entra el sueño y apago el ordenador.

Empezaré a escribir mañana.

La gente no lo sabe, pero cada noche, escribo una novela espectacular.


Sevilla Escribe,Óscar Torres, Microrrelatos.Sábado 28 de agosto de 2010


El colectivo Canarias Escribe, colectivo hermano de Sevilla Escribe

Un árbol de palabras


Quisiera hacer un árbol de palabras
de fuerte ramas, de frondosa copa.
Que te salve cuando alguien te persiga,
que te acoja cuando te encuentres sola.

Este árbol dará frutos hermosos
para calmar la sed de los poetas.
Dará sombra de libros pretenciosos,
dará olores de bosque con sus letras.

No importará que sus palabras caigan
cuando llegue el otoño literario.
Porque retoñarán con hojas nuevas,
apenas reverdezca el calendario.

Será tu aliento el viento entre sus ramas.
Tu risa el alimento de sus flores.
Se beberá todo el mar de tus lágrimas,
y crecerá… con todas tus pasiones.



Möebius, Canarias Escribe, Poesía. Miércoles 23 de febrero de 2011

Relato de una Profesora de Matemáticas, Física y Química que dicta clases en un pequeño pueblo de la llanura bonaerense y debido a cuestiones que no vienen al caso mencionar es muy feliz con lo que hace...


El cuadrado del primero, más el doble producto del primero por el segundo, más el cuadrado del segundo, es el postulado que resuelve de modo preciso mis últimos veinticinco años de vida.
Sin desearlo, una va perdiendo identidad a costa de la disciplina a cargo, nos ocurre a todas; pasamos a ser la de Geografía, la de Literatura o la de lo que sea. Me pregunto en ocasiones si tales premisas científicas interesan a los estudiantes por fuera del significado que tiene aprobar la asignatura.

En lo personal, las Matemáticas y sus compañeras más cercanas, la Física, la Química y la Informática entrelazaron mi vida imponiendo condiciones de manera inexorable.
Recuerdo que el mismo día en el cual me enteré que Adolfo Castelo se había muerto (noticia que me instaló en un notable ámbito de tristeza) una colega me advirtió que la mayoría de los alumnos del curso, en plena instancia de exámenes, tenían la capacidad adicional de transmitirse los resultados de los ejercicios por mensaje de texto vía teléfono celular. Poca atención le presté en ese momento a la novedad tecnológica, la noticia sobre la desaparición de Adolfo me había colocado fuera de mi habitual circuito lógico. Debo admitir que ese tipo de artificios no formaba parte del programa curricular para recibirse de Profesor de Ciencias Exactas en la Universidad de Buenos Aires. Era demasiado oneroso, desde la temporalidad, volver a empezar. Además no estaba diseñada intelectualmente para la sospecha, la malicia y la suspicacia dentro de un ámbito formativo y menos aún compitiendo en lucha despareja enfrentando tecnologías hasta ese momento desconocidas. Esa misma noche Einstein me recriminaba entre sueños que la educación y el conocimiento son tópicos que se asientan cuando uno se desliga de lo aprendido en la escuela. No estaba de acuerdo con tal afirmación del maestro; pero me lo decía uno de mis arquetipos, el padre de la Física moderna, el mismo que revolucionó mi disciplina de cabecera. Cómo hacía desde mi efímero lugar para ignorar tamaña recomendación.

Sospecho, muy a mi pesar, que el genio hubiese utilizado todo su arsenal de conocimientos tecnológicos a la par de sus compañeros, y yo, su eventual docente, sería la cándida e ignorante víctima de tamaña habilidad.

Siempre me resistí a comprar un celular. La excusa: Simples y rústicas prevenciones personales que, en estos tiempos, circulan por fuera de lo entendible si tomamos como parámetro el frívolo sentido común. Si bien, y por formación científica, no soy una insensata litigante de las novedades tecnológicas, me afilio al concepto que todo insumo cotidiano debe portar, cuando menos, un pequeño índice de necesidad que lo hace útil para quién lo adquiere. Aunque esta definición constituye toda una obviedad, considero que reafirmarla no es una cuestión menor. El mundo que me rodea es lo suficientemente pequeño para no ser invadido por la publicidad y esa suerte de obligatoria necedad que el mercado impone a modo de sentencia colectiva. Evidentemente era portadora sana de un pretérito y marcado error posmoderno; para el caso vale el oxímoron.

El consumo y el conocimiento de determinadas novedades no sólo sirven para su mera utilización, sino también para no ser estafados por ellas, pensé. Como consecuencia de ello opté por aceptar el reto adquiriendo un celular de forma tal explorar los hábitos más comunes que los alumnos practicaban a favor del fraude y el embuste. La importante inversión no sirvió para satisfacer una suerte de venganza individual. Pocos días después y por resolución ministerial se prohibió terminantemente el uso de telefonía inalámbrica dentro de los establecimientos escolares. En la actualidad el miserable aparatejo contempla mis noches desde la mesa de luz contigua a la cama, desarrollando funciones de mordaz despertador. Mi mundo sigue siendo tan pequeño como entonces y tal cual afirma Serrat: “uno llega siempre tarde donde nunca pasa nada”.

Ser “la de Matemáticas”, en un pequeño pueblo del interior contiene más perjuicios que beneficios. Una, por lo común, está unida a lo intangible sin protesto ni posibilidad de queja. La instancia laboral se cruza con la decisión política de abrir o no el curso, siendo la resultante que los módulos de la asignatura en cuestión pueden esfumarse de modo imperceptible. La variable matrícula y el cálculo costo / beneficio determinan la estabilidad laboral del docente y las consecuentes distancias que deberá recorrer el alumnado. Si la cantidad de concurrentes no justifica el cálculo presupuestario los ciclos se concentran en los centros urbanos más cercanos, siendo por lo general la movilidad particular, el factor limitante para poder cumplir con las horas asignadas. De no contar con dicha posibilidad individual se debe renunciar irrevocablemente a esas horas de modo obligatorio. Alguna vez y por motivos de traslados cierto dirigente gremial, poseedor de varias licencias yuxtapuestas por su condición representativa me manifestó muy suelto de cuerpo “si no puede viajar es problema suyo”. Al solidario y combativo representante de los trabajadores poco le importó que no hubiera medio público de transporte, menos aún que la contratación de un auto de alquiler comprometía el doble de los ingresos salariales. Como antes mencioné, al no existir interlocutor válido para esgrimir un intento de reclamo rubriqué la cesación tal cual la burocracia formal exigía con urgencia.

Mientras esto sucede y para bien de la humanidad tres o más paralelas seguirán siendo cortadas por dos transversales. Durante un tiempo y hasta que me intimaron a abandonar la metodología, desarrollaba la explicación del Teorema de Thales y del Principio de Arquímedes utilizando el talento de Les Luthiers. Siempre me pareció que el humor es un muy buen mecanismo educativo y formativo. Alejandro Dolina y su programa nocturno radial es una clara muestra de tal afirmación. Con mi vieja grabadora en mano y las cintas correspondientes hacía escuchar a los alumnos las piezas artísticas que el notable grupo exponía con ingeniosa idoneidad. Era como memorizar una página musical. Inevitablemente por repetición y por asociación las letras terminaban por ser asimiladas y aprehendidas en un breve lapso de tiempo sin tener la necesidad de encapsularse en un ámbito tedioso. Luego, con los textos ya incorporados musicalmente, comenzábamos a desandar las teorías. Resultaba mágico y sorprendente. Por medio de un “atajo” cultural la inteligencia rescataba la concentración a favor del conocimiento. Curiosamente esta metodología la impulsé en el Ex Nacional Número 2 de Bahía Blanca. Los asistentes eran, por entonces, alumnos provenientes del correccional de menores Vergara. Lo frustrante fue cuando, meses después, traté de incorporar dicha mecánica en un Instituto Privado de otra ciudad, bastante más pequeña, que no vale la pena mencionar; fui denunciada de inmediato por prácticas ajenas a las curriculares por lo cual tuve que abandonar el intento ante la insistente advertencia de las autoridades de la entidad. De todas formas no hay razón para preocuparse, Las Leyes Fundamentales de la Química y el Teorema de Pitágoras no cuentan, por ahora, con músicos, poetas y favorecedores.

A propósito de este último. Se me ocurre que nadie duda, en la actualidad, de la afirmación pitagórica que sostiene que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos. Debemos admitir que el brillante griego fue un adelantado en su época; porque si de cuadrados se trata, el sistema educativo que nuestra sociedad supo edificar durante la última década del siglo pasado presenta ejemplos que confirman a diario el teorema. Observando los resultados preuniversitarios nos damos cuenta, lamentablemente, que el conocimiento no forma parte de un maravilloso acto de curiosidad que toda persona debería sostener a favor de su propia libertad. Hemos concebido como normal a la educación de manera utilitaria y no como ejercicio formativo e inteligente. Las artes y la instrucción se confunden dentro del demagogo sofisma que sostiene que todo lo realizado por el hombre es cultura, siendo muy pocos los que se atreven a rebatir semejante blasfemia por temor a ser considerados sectarios.
Volviendo a Pitágoras se me ocurre que en la educación formal las cosas circularon por los mismos carriles. El cuadrado de los planificadores educativos fue igual a la sumatoria de los cuadrados de nosotros los docentes, más el cuadrado de los alumnos de entonces.

La Matemática es la madre de todas las ciencias; para que una pericia alcance entidad científica es necesario que pueda ser ejemplificada sistemáticamente por medio de un postulado, teorema o fórmula que la contenga de modo universal. Desde aquellos tiempos un docente recibido a través de cursos por correspondencia, homologados y avalados por los gremios, obtiene un puntaje equivalente para competir con el mismo grado de certidumbre con un docente recibido mediante una carrera oficial y universitaria.

Se me ocurre discernir que la cultura y el conocimiento motivan a la inteligencia; todo aquello que no la ponga a prueba, que no la desafíe, poco tiene que ver con la excelencia. Por eso procuro motivar a mis alumnos a favor de la curiosidad. La Matemática, la Física y la Química proponen agilizar el pensamiento. Recuerdo que en cierta oportunidad un alumno, en plena clase, despreciaba la utilidad del teorema argumentando un sesgado mercantilismo banal. El “Para que sirve” era la despiadada sentencia que debía soportar el milenario postulado. Un compañero, ciertamente disgustado, interrumpió tamaña censura; se dirigió al pizarrón y expuso con lujos de detalles como se empleaban, en su trabajo, las variables que la tesis pitagórica presentaba. Resultó que el muchacho desempeñaba tareas en una de las olivareras de la zona y explicó en forma sistemática que el sembradío de plantines debía seguir un ordenamiento armonioso resultante de la aplicación de dicho concepto geométrico. De este modo razones científicas y naturales comprobadas determinaban que catetos e hipotenusas se entremezclaran afectuosamente con las aceitunas y el aceite de oliva. No pude mejorar la exposición del joven disertante. Fue la mejor clase no dictada de mi vida.

El reto más complejo que tiene mi profesión es procurar mantener salvoconductos dentro de un medio que durante mucho tiempo fue bastardeado por propios y extraños, corrompido desde adentro a través de la especulación miserable que ve en la docencia un entretenimiento con formato de ingreso extra y mancillado desde afuera a través del aprovechamiento político que se hace ante la ausencia de la necesaria valoración cultural y formativa que la crucial actividad posee.

Mi marido, un enroscado de aquellos, cuando conversamos sobre el tema, insiste que uno debe hacer lo mejor que puede desde el lugar que le toca, resistiendo y manteniendo indemne la trinchera que le tocó defender. Sostiene que las grandes revoluciones culturales, sociales y políticas de la humanidad se desarrollaron de menor a mayor y casi siempre a pesar de las mayorías conservadoras y burocráticas.
La creatividad no como distinción ufana sino como herramienta de curiosidad y de progreso.

Disculpen... Pero hasta aquí llegué... Debo seguir trabajando, los chicos me requieren, la Muestra Anual de Ciencias acaba de abrir sus puertas... Los alumnos están por presentar una detallada explicación teórico / práctica de cómo se elabora el pan y sus derivados, y los fenómenos químicos que intervienen en el proceso. Al final de la exposición los concurrentes al evento están invitados a degustar los bocadillos resultantes..... Buenos días...


Gentileza: Gustavo Sala

A cierta edad... Enviado por Corina de Cutral Có (Neuquén)


A CIERTA EDAD


Dicen algunos, que a cierta edad… nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para alguien, es probable.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.

Ahora sé que no soy la princesa del cuento de hadas y que no vendrá a salvarme ningún príncipe azul en su caballo blanco, porque así como soy, valgo.

Hoy me reconozco una mujer, capaz de amar.
Sé que puedo dar sin pedir, pero también sé que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.

Valoro más al ser Humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme no ser perfecta, tener unos cuantos defectos y debilidades, equivocarme, no responder a todas las expectativas de los demás…
Y a pesar de ello, sentirme bien.

Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y quieren por lo que soy. Sí, así, sensible, mandona y muchas veces terca. También generosa, conversadora, servicial y a veces por algún motivo, triste, porque también tengo esos momentos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y puede que llore.

Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado, sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado y disfruto lo logrado.

¡Qué bien no sentir esa ansiedad permanente que produce el correr y esperar más!

¡Qué bien! Ya aprendí a tener paciencia.

El ser humano tarda mucho en madurar.

¿O está bien así?

También hoy sé que mis amigos están en el mismo camino, y que es muy reconfortante encontrarnos con las mismas serenidades.

Nadie es responsable de mi felicidad, sólo yo, por lo tanto me la voy a proveer.

Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que sólo depende de mí sentirlo.

Sé que la vida es bella… porque lo he comprobado muchas veces.

Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol y amaneceres.

Hoy me doy cuenta que no soy una persona invisible.

También confirmé que, invitado o no, Dios está presente.


Para ti con cariño.

Cuenta a tus amigos que ¡¡¡TODOS SOMOS PROTAGONISTAS!!!




(Enviado por Corina de Cutral Có)

Francisco Luis Bernárdez (1900 - 1978)

La ciudad sin Laura

En la ciudad callada y sola mi voz despierta una profunda resonancia.
Mientras la noche va creciendo pronuncio un nombre y este nombre me acompaña.
La soledad es poderosa pero sucumbe ante mi voz enamorada.
No puede haber nada tan fuerte como una voz cuando esa voz es la del alma.
En el sonido con que suena siento el sonido de una música lejana.
Y en la energía remota que la mueve siento el calor de una remota llamarada.
Porque mi voz es una chispa de aquella hoguera que eterniza lo que abrasa.
Porque mi amor es una chispa de aquella hoguera que eterniza lo que abrasa.
Para poblar este desierto me basta y sobra con decir una palabra.
El dulce nombre que pronuncio para poblar este desierto es el de Laura.

Las cosas son inteligibles porque este nombre de mujer las ilumina.
Porque este nombre las arranca de las tinieblas en que estaban sumergidas.
Una por una recuperan su resplandor espiritual y resucitan.
Una por una se levantan con el candor y la belleza que tenían.
La obscuridad desaparece mientras el sueño silencioso se disipa.
Por este nombre de los nombres hasta la muerte sin palabras tiene vida.
Ya no resuena entre las cosas el gran torrente de las noches y los días.
El tiempo calla y se detiene para escuchar esta perfecta melodía.
Mi vida entera permanece porque este nombre que recuerdo no me olvida.
Porque este nombre me sostiene con emoción desde su tierna lejanía.

Cuando mi boca lo ignoraba, la soledad era más honda que el silencio.
Cuando mi boca estaba muda, mi corazón era invisible como el viento.
Se conocía que vivía por la canción que lo tenía prisionero.
Pero vivía en otro mundo; para las cosas de este mundo estaba muerto.
Le pesadumbre de las horas era más íntima que nunca en aquel tiempo.
Porque las noches eran largas; porque los días de las noches eran lentos.
La tierra estaba más obscura porque faltaban las estrellas en el cielo.
El manantial de donde brota la luz que alumbra el corazón estaba seco.
¿Qué hubiera sido de mi vida sin este nombre que pronuncio en el desierto?
¿Qué hubiera sido de mi vida sin este amor que me acompaña desde lejos?

Lejos está la dulce causa del corazón, de la cabeza y de la mano.
Pero su ausencia es la del río, que con la fuente que lo llora vive atado.
Nunca he sentido como ahora la vecindad de la mujer que estoy cantando.
Cuando el amor está presente no puede haber nada escondido ni lejano.
La luz del fuego que me alumbra ¿no es la que alumbra el corazón del ser amado?
La llamarada que me quema ¿no es la del fuego en que se quema sin descanso?
Aunque las leguas se interponen entre nosotros, ya no pueden separarnos.
Porque el amor que vence al tiempo no puede estar sino a cubierto del espacio.
Entre la dicha y mi existencia la diferencia que hubo ayer se va borrando.
El ser que nombro es el que, siendo, me da una vida sin dolor ni sobresalto.

Soneto
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Silencio

No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.

No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.

Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,

sentirás el latido enamorado
con que tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo.

ESTAR ENAMORADO

Es encontrar el nombre justo de la vida.
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente
a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en
que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que
reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de la
carne se respira.
Es contemplar desde la cumbre de la persona la
razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que
nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz
profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la
perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de
nuestra sombra está vencida.
Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las
noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza
distraída.
Es recordar a Garcilaso cuando se siente la
canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las
primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de
una casa campesina.
Es contemplar el tren que pasa por la montaña con
las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay fronteras
entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre
pena y alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de
la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una
pequeña lucecita.

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y
tiempo con dulzura.
Es despertarse en la mañana con el secreto de las
flores y las frutas.
Es liberarse de sí mismo y estar unido con las
otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o si son propias las
lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del
torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo
compartir su noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía
sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser
hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre y en adelante no volver
a decir nunca.
Es estar seguro de tener las manos puras.

Francisco Luis Bernárdez
(1900 - 1978)
Poeta argentino, nacido en Buenos Aires.
Vivió en España de 1920 hasta 1924, donde leía a los poetas modernistas que lo influenciaron en sus primeros libros, y también trabajo como periodista en Vigo.

Cuando volvió de España se unió al grupo Martín Fierro, que cumplía una parte importante en la literaria y estética renovación de la literatura argentina.

Luego trabajo en el diario La Nación, y la revista Criterio. En 1937 fue nombrado Secretario Público de la Biblioteca, y en 1944, Director General de la Cultura Intelectual de la Justicia y Ministro de Procedimientos Públicos. Cuatro años más tarde ingresó a la Academia Argentina de Letras. Finalmente, fue incorporado al servicio extranjero de Argentina, como embajador en Madrid, hasta 1960.

Sus primeros trabajos fueron Orto (1922) y Bazar (1922), escritos siguiendo los principios del ultraísmo. Junto con Alcándara (1935), lo conectaron a la era postmodernista, pero desde la publicación de El buque (1935), trató con temas religiosos con el estilo clásico de Paul Claudel y Charles Péguy. Esta nueva fase es representada por trabajos como Cielo de tierra (1937), La ciudad sin Laura (1938), Poemas elementales (1942), Poemas de carne y hueso (1943), El ruiseñor (1945), Las estrellas (1947), El ángel de la guarda (1949), Poemas nacionales (1950), La flor (1951), Tres poemas católicos (1959), Poemas de cada día (1963) y La copa de agua (1963).

Enviado por: Corina de Cutral Có

INSTRUCCIONES... Julio Cortázar (Argentina, 1914-1984) Enviado por Corina de Cutral Có

Instrucciones para subir una escalera

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables.

Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente.

Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.


Autor: Julio Florencio Cortázar

INSTRUCCIONES PARA LLORAR

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar., entendiendo por ésto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si ésto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto.
Duración media del llanto, tres minutos.

Libro: Historias de cronopios y de famas

GENTILEZA: Corina de Cutral Có (Neuquén)

CARTA A LOS POETAS DEL MUNDO POR LA SUPERVIVENCIA EN LA TIERRA ► Ana María Manceda

Los humanos somos pasajeros del universo, un instante en el tiempo cósmico. Nuestra nave es el planeta TIERRA, azul, única... No viajamos solos, nos acompañan otras naciones animales y vegetales. Nos necesitamos, nosotros mucho más. Aparecimos cuando ellas ya existían, algunos hace millones de años, nosotros hace muy pocos miles de años.

Fuimos los últimos en aparecer en la evolución de las especies y no podemos vivir sin ellos.

Sin embargo, a pesar de nuestra evolución, hemos ocupado todos los hábitats y dañado de manera irreversible todos los ecosistemas terrestres y lo que es aún más grave, la suma de todos ellos, LA BIOSFERA. Como consecuencia, el calentamiento global se acelera, los hielos polares se derriten, ellos son los refrigeradores del planeta. ESTAMOS VIOLANDO TODOS LOS DERECHOS, no solo los Humanos, sino de los seres vivos e inertes que nos dan VIDA. Los POETAS DEL MUNDO, debemos gritar a viva voz a los responsables de la desmedida emisión de dióxido de carbono y otros gases que producen el efecto invernadero ¡DETENGAN YA ESTA LOCURA FINAL! Invito a la firma de esta proclama, por nosotros, por las especies inocentes, por el desastre climático mundial que estamos produciendo y por la descendencia que nos juzgará.

ANA MARÍA MANCEDA.
SAN MARTÍN DE LOS ANDES
PATAGONIA ARGENTINA.

Desde 1973, el 5 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Ambiente que fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución (XXVII) del 15 de diciembre de 1972 con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo tema central fue el Ambiente.
Ese mismo día, la Asamblea General de la ONU aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 



Gustavo Sala - La Pelusa en el Ombligo

La Pelusa en el Ombligo

…En memoria de Osvaldo y Leónidas Lamborghini…

Huesos sin identificación aparente formaban colinas de residuos malolientes, por tanto, la vista resultaba tan poco atractiva como laboriosamente olvidable. Miles de centauros habían sido eficazmente asesinados sin que medien juicios ni alegatos; el orden, las cantidades y las mezclas de sus cuotas daban cuenta de la eficiencia del trabajo realizado por las fuerzas represivas defensoras del nuevo orden. Una vez más, en la historia de la humanidad, un genocidio para atender, entender, criticar y lamentarse en el futuro. Por el momento, el vocerío mediático asentía que el derrocado gobierno debía dimitir a como de lugar. Las recetas democráticas habían demostrado ser absolutamente inoperantes para tales fines contra una mayoría que ostentaba amplios rangos de firmeza ideológica y convicción político-militante. Desde los más destacados foros televisivos y radiales la vernácula “intelligentsia” daba a conocer su descontento, según propia percepción, por los claros signos de autoritarismo que mostraba la saliente administración elegida por el pueblo. Se afirmaba que todo aquel que acordaba con sus principios básicos lo hacía desde la renta o escondía amplios indicios de interés y corrupción. Los preclaros y prejuiciosos hombres del futuro, liberales y progresistas, no podían aceptar el regreso de la barbarie populista. La “intelligentsia” estaba nuevamente en riesgo por una chusma imprecisa, vocinglera, que amaba encontrar alguna redención, que gustaba de bailar y festejar en público, en las calles con las murgas, en los barrios, en las playas, escuchando un recital a cielo abierto o canturreando el himno con la pasión irreverente que marca un coro tribunero. La vida es el futuro, nunca es el hoy afirmaban los pensantes. El hoy es sólo una coyuntura que debemos aceptar entendiendo que lo único que nos queda por hacer es trabajar sumisamente para que el “Capital” se reproduzca exponencialmente y sus benefactores se fortalezcan de modo puedan otorgar a nuestros hijos alguna posibilidad o alternativa de vida. No era racional que ante la incertidumbre por venir y la ausencia de seguridad jurídica la plebe disfrutase con sospechosa desmesura, sin peajes, sin vergüenza, con los botones de la camisa desabrochados, volviendo a remojar las patas en la fuente, sintiéndose nuevamente parte de un colectivo real, de un nuevo social imaginario. Acaso la progresía y los libres pensadores no consideraban que el paso del tiempo, es decir el futuro, nos acercaba indefectiblemente a ese cadáver que alguna vez seremos. Desdentados y harapientos susurrando al “Indio” en Vencedores Vencidos, revoleando el poncho con la Sole, llorando a moco tendido mientras se entonaban las estrofas dolorosas de El Ángel de la Bicicleta.

No era posible… “Me tienen harto con la dictadura” afirmaba alguien que durante un buen tiempo estuvo dentro de un nicho tan conveniente como incómodo; hasta que por fin pudo salir del closet, gritar libertad, y defender lo que siempre fue de su interés. No se puede mentir a tanta gente durante tanto tiempo pensó; es hora de descollar y tomar la posta que me dejara el bueno de Bernardo. El gasto es un deseo indecoroso de los bárbaros en manos de los bárbaros y síntesis de progreso en manos de la ilustrada burguesía. El gasto es gasto en manos de la barbarie suburbana que se atreve a considerarse similar a la tierra que habita dejando sin billetes a nuestros cajeros y necesidades cotidianas. Sin embargo es consumo inteligente en manos de los que no se juegan la asignación a la quiniela, sino que se juegan el sudor y el hambre de los que no pueden esconder la pelusa en el ombligo a las patas de un caballo en las coquetas pistas de San Isidro… Me tienen harto con sus pañuelos blancos, sus ausencias, sus portarretratos baratos y sus lágrimas políticas… ¿Por qué no cuidaron a sus hijos, a sus nietos?... Los hijos de Ernestina son nobles y débiles, por eso desean perjudicarlos… Papel Prensa es mojón de nuestra mejor historia sentenciaba la “Naranja Mesiánica” publicitaria oficial del Apocalipsis… Hay que matar a esa yegua rezan los blogs… reteneme ésta… Se murió el tipo, es hora de ir por todo… Un certero y televisivo bofetazo seguido de una mentira operada vale como argumento para erosionar, desgastar, ocultar, engañar. El 24 de Diciembre la chusma inmigrante tomará el Parque Rosedal del porteño barrio de Palermo afirmaba convencido y con adusta dicción un económico correveidile, parlante muy bien patrocinado de una radio del Sur Bonaerense basado en sus pesquisas electrónicas de cabecera. - ¿Qué riesgo corre el pajero? – Afirmaba con sorna el escritor Oriental Eduardo Galeano – A lo sumo, recalcarse la muñeca… La pelusa en el ombligo no es signo ilustre para el burgués bien pensante. La Academia de Letras tendría que revisar ese perimido concepto que sostiene la existencia de lo Nacional y Popular. - Me tiene harto esta banda de ignorantes que se niegan a trabajar a favor de la intolerancia y el fastidio colectivo: Victor Hugo Morales, Galasso, Horacio González, Bayer, Mocca, Sasturain, Aliverti, Giardinelli, Paenza, Forster, Verbisky, Seoane, Dolina, Pigna, Carloto, Wainfeld, Gelman, Dorio, Feinmann, Halperín, Anguita, Heller… Parece que estos tipos no entienden que el miedo es una excelente noticia y que generalizar comportamientos absuelve de todo pecado cometido - La solución final… el exterminio… No era posible reiterar errores del pasado. Bradbury por un lado, Gurzos y Zarpos por el otro, como fuente de inspiración para que todo testimonio de la época se transforme en cenizas; los renovados y débiles oligopolios junto a sus dispuestos esbirros se encargarán gustosos de templar el horno hasta los F451 de eficacia. Mientras los mogotes de huesos postergaban su duermevela en las afueras de los centros urbanos, la rejuvenecida sensibilidad de la progresía, tanto liberal como de izquierda, reinstalaban con alborozo la idea de libertad como insoslayable paradigma de la modernidad. Una idea concluyente. A los conocidos incluidos y excluidos económicos se sumaban los visibles e invisibles sociales como nuevas categorías establecidas por la “intelligentsia” gobernante. Los que tienen siempre la palabra, pletóricos de albaceas y los que nunca podrán expresarse debido a que la voz volvió a detentar matrícula y propiedad determinada. La ley de Servicios Audiovisuales resultará una anécdota risueña en las mesas de la Sociedad Rural mientras que la Asignación Universal por Hijo dejará de motorizar vicios indecentes.

- Esos hijos de puta se iban a terminar chupando y jugando la guita de las retenciones. Hay que eliminar el subsidio y anular trompas…, total,… no se publican estadísticas que tomen en cuenta a los que están sometidos al abandono y al silencio. - Mientras no exista normativa podemos seguir esclavizando golondrinas - Continuar con aquel modelo hubiera resultado suicida - No podíamos seguir desperdiciando una coyuntura internacional tan favorable – El mundo “tiene hambre”... es la nuestra…

y murieron a millares,

los mejores murieron,

por una vieja ramera desdentada

por una civilización llena de remiendos…

el encanto de la bella boca sonriente,

los vivaces ojos, yertos bajo el párpado de la tierra

por dos gruesas de estatuas destrozadas

por unos pocos de miles de estropeados libros...

Ezra Loomis Pound

 
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